lunes, 30 de abril de 2012

Tópicos para el desarme cristiano (IV)



-«Hay que precaverse ante los profetas de desgracias».Si la frase se refiere a que hay que mantenerse lejos de los que tratan de liquidar las razones de la esperanza cristiana (entre las que sobresalen la existencia de Cristo vivo y Señor, y la inalienable belleza de la Iglesia), entonces es justa y hay que aprobarla. Si se refiere a que hay que decir a toda costa y en todas las circunstancias que todo va bien, entonces quien la desmiente es la palabra de Dios. Normalmente los verdaderos profetas saben anunciar también el dolor y saben denunciar el mal; no los pregoneros de las alegrías fáciles, de la tranquilidad.

Tomado de: Biffi, G. La bella, la bestia y el caballero. Ensayo de teología inactual. Ed. Encuentro. Ps. 40-41

Tópicos para el desarme cristiano (IV)



-«Hay que precaverse ante los profetas de desgracias».Si la frase se refiere a que hay que mantenerse lejos de los que tratan de liquidar las razones de la esperanza cristiana (entre las que sobresalen la existencia de Cristo vivo y Señor, y la inalienable belleza de la Iglesia), entonces es justa y hay que aprobarla. Si se refiere a que hay que decir a toda costa y en todas las circunstancias que todo va bien, entonces quien la desmiente es la palabra de Dios. Normalmente los verdaderos profetas saben anunciar también el dolor y saben denunciar el mal; no los pregoneros de las alegrías fáciles, de la tranquilidad.

Tomado de: Biffi, G. La bella, la bestia y el caballero. Ensayo de teología inactual. Ed. Encuentro. Ps. 40-41

sábado, 28 de abril de 2012

Tranquilizando a los mercados


Por JUAN MANUEL DE PRADA
¿CUÁNTAS veces hemos oído que eran necesarios «gestos» para tranquilizar a los mercados financieros? Es una de las frases predilectas de los «analistas» económicos, esos medioletrados al servicio de la plutocracia, encargados de mantener en pie el tinglado de la farsa hasta el colapso final. Zapatero prodigó «gestos» para amansar a la fiera, después de provocar su furia; Rajoy, temeroso de reavivar esa furia, no ha dejado de hacer «gestos» desde que ganara las elecciones, tantos que corre el riesgo de convertirse en un histrión gesticulante. Los «gestos» que presumiblemente habrían que tranquilizar a los mercados ya sabemos en qué consisten: «flexibilidad laboral» (que es como finamente se llama al despido a mansalva y a los sueldos sometidos a una dieta digna de un campo de concentración), «ajuste fiscal» (que es como finamente se llama a las exacciones crecientes), «co-pago» sanitario y educativo (que es como finamente se llama al «bi-pago», pues se trata de que paguemos dos veces por el mismo servicio: la primera por vía impositiva, antes de que solicitemos el servicio; la segunda cuando lo solicitamos), etcétera. Y también sabemos cuál es la reacción de los mercados financieros ante tamaña sucesión de «gestos»: la prima de riesgo del bono español sigue disparándose, mientras las llamadas «agencias de calificación» rebajan la nota de nuestra deuda pública.
¿Y no será que tales «gestos», lejos de tranquilizar a los mercados financieros, no hacen sino excitarlos? ¿No será que los mercados financieros han hallado en la deuda española un filón inagotable para sus enjuagues especulativos? Pues, cuanto más gesticulamos, más nos exprimen y vapulean, como el chiquilín emberrinchado que, viendo que sus papás acceden a sus caprichos por aplacar sus berridos, berrea todavía más, seguro de que así obtendrá mayores ventajas. Los mercados financieros han descubierto, en efecto, que invertir en la deuda española es un chollo, pues los españoles estamos dispuestos a seguir haciendo «gestos» para aplacarlos; con lo que no tienen más que ponernos mala nota para que las nuevas emisiones de deuda les salgan más rentables; y la rentabilidad creciente de la deuda española —la prima de riesgo cada vez más disparada— exige nuevos «gestos» para pagar sus sucesivas emisiones, en un círculo vicioso cada vez más enloquecedor.
Los mercados financieros no se tranquilizan ante los «gestos»: por el contrario, en los «gestos» descubren la debilidad del animal que sangra por la herida; y el olor de la sangre no hace sino enardecerlos. Al deseo de lucro ha sucedido la desenfrenada ambición de poderío: los mercados financieros saben que pueden convertir a los Estados en peleles a su servicio, en meras maquinarias de exacción dispuestas a prodigar «gestos» con tal de mantenerlos apaciguados (esto es, excitados). Así los Estados, que deberían ocupar el elevado puesto de rector y supremo árbitro de las cosas, se han rebajado a la condición de esclavos del imperialismo internacional del dinero, entregados y vendidos al capricho y la codicia de especuladores desenfrenados, como profetizara hace casi un siglo Pío XI. Y, mientras se dispara la prima de riesgo, el desempleo alcanza cifras de congoja, como inevitablemente ocurre cuando la actividad económica se somete a la voracidad de los mercados financieros. Cuando la economía española quiebre, cuando los mercados financieros nos hayan convertido en un despojo, hincarán el diente a otro incauto. Pero, entretanto, ¡más gestos, hacen falta más gestos!
Visto en: 

Tranquilizando a los mercados


Por JUAN MANUEL DE PRADA
¿CUÁNTAS veces hemos oído que eran necesarios «gestos» para tranquilizar a los mercados financieros? Es una de las frases predilectas de los «analistas» económicos, esos medioletrados al servicio de la plutocracia, encargados de mantener en pie el tinglado de la farsa hasta el colapso final. Zapatero prodigó «gestos» para amansar a la fiera, después de provocar su furia; Rajoy, temeroso de reavivar esa furia, no ha dejado de hacer «gestos» desde que ganara las elecciones, tantos que corre el riesgo de convertirse en un histrión gesticulante. Los «gestos» que presumiblemente habrían que tranquilizar a los mercados ya sabemos en qué consisten: «flexibilidad laboral» (que es como finamente se llama al despido a mansalva y a los sueldos sometidos a una dieta digna de un campo de concentración), «ajuste fiscal» (que es como finamente se llama a las exacciones crecientes), «co-pago» sanitario y educativo (que es como finamente se llama al «bi-pago», pues se trata de que paguemos dos veces por el mismo servicio: la primera por vía impositiva, antes de que solicitemos el servicio; la segunda cuando lo solicitamos), etcétera. Y también sabemos cuál es la reacción de los mercados financieros ante tamaña sucesión de «gestos»: la prima de riesgo del bono español sigue disparándose, mientras las llamadas «agencias de calificación» rebajan la nota de nuestra deuda pública.
¿Y no será que tales «gestos», lejos de tranquilizar a los mercados financieros, no hacen sino excitarlos? ¿No será que los mercados financieros han hallado en la deuda española un filón inagotable para sus enjuagues especulativos? Pues, cuanto más gesticulamos, más nos exprimen y vapulean, como el chiquilín emberrinchado que, viendo que sus papás acceden a sus caprichos por aplacar sus berridos, berrea todavía más, seguro de que así obtendrá mayores ventajas. Los mercados financieros han descubierto, en efecto, que invertir en la deuda española es un chollo, pues los españoles estamos dispuestos a seguir haciendo «gestos» para aplacarlos; con lo que no tienen más que ponernos mala nota para que las nuevas emisiones de deuda les salgan más rentables; y la rentabilidad creciente de la deuda española —la prima de riesgo cada vez más disparada— exige nuevos «gestos» para pagar sus sucesivas emisiones, en un círculo vicioso cada vez más enloquecedor.
Los mercados financieros no se tranquilizan ante los «gestos»: por el contrario, en los «gestos» descubren la debilidad del animal que sangra por la herida; y el olor de la sangre no hace sino enardecerlos. Al deseo de lucro ha sucedido la desenfrenada ambición de poderío: los mercados financieros saben que pueden convertir a los Estados en peleles a su servicio, en meras maquinarias de exacción dispuestas a prodigar «gestos» con tal de mantenerlos apaciguados (esto es, excitados). Así los Estados, que deberían ocupar el elevado puesto de rector y supremo árbitro de las cosas, se han rebajado a la condición de esclavos del imperialismo internacional del dinero, entregados y vendidos al capricho y la codicia de especuladores desenfrenados, como profetizara hace casi un siglo Pío XI. Y, mientras se dispara la prima de riesgo, el desempleo alcanza cifras de congoja, como inevitablemente ocurre cuando la actividad económica se somete a la voracidad de los mercados financieros. Cuando la economía española quiebre, cuando los mercados financieros nos hayan convertido en un despojo, hincarán el diente a otro incauto. Pero, entretanto, ¡más gestos, hacen falta más gestos!
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Sólo en los mejores cines


No apta para neocones.

Sólo en los mejores cines


No apta para neocones.

viernes, 27 de abril de 2012

Carisma: definición

Hace poco una lectora del blog me preguntó (a raíz de unos mails que intercambiamos) por qué era que la palabra "carisma" producía urticaria en algunas personas, como en mí por ejemplo.
Cuando empecé a pensar la respuesta, me di cuenta que había pensado muchas veces al respecto pero quizá no había unificado las aristas que le vi al asunto.
Luego del concilio, da la impresión de que el Espíritu Santo sufrió una especie de resfrío espiritual y anduvo estornudando carismas por aquí y por allá, tal es así que cualquiera se creía iluminado/a fundador/a (conozco la historia de una "congregación" del sur, que fue fundada y aprobada simultaneamente, ya que el fundador era amigo del obispo del lugar: duró 3 meses y se disolvió porque todos los miembros la abandonaron). Con esto no cargo contra todas las congregaciones modernas, simplemente menciono un hecho que considero notable. Como que a todo el mundo le daba la impresión de que para volver a las fuentes (de San Ignacio, San Francisco, Santa Teresa, etc) hacía falta hacer rancho aparte.
Puede ser que haga falta hacer rancho aparte, pero no sé. Hay algo ahí que no me huele bien. Esa multiplicidad de carismas, más que a riqueza me suena a desorden y desconcierto, independientemente de cuán buenos sean fundadores y miembros de dichas comunidades. A las congregaciones le sumamos los movimientos y listo el pollo. Es como que ahora, ya no sólo se hace una Iglesia Nacional (Cf. afiches de propaganda de la conferencia episcopal Argentina: "Iglesia Católica Argentina") si no que para cada "católico argentino" tenemos una Iglesia a gusto y piacere.
Ojo, yo no digo que esté mal, que al que le gusta un poco más la pachanga se vaya con los carismáticos, o al que le gusta un poco más la formación se vaya con los de Miles... Todos somos diferentes y gracias a Dios en la Iglesia que es Madre todos tenemos un lugarcito. Ahora, que cada uno tenga su lugarcito no tendría que llevar TEÓRICAMENTE, a menospreciar la DOCTRINA COMÚN (me refiero a la que se supone que TODOS CREEMOS) y pontificar únicamente lo que pirulito fundador dijo. Y así si pirulito come de tal manera, lo hacemos así. Y si pirulito dice tal pavada, todos la repetimos porque suena bárbara. Y si pirulito lee tal cosa yo voy y leo el mismo libro... Porque de última, si pirulito tuvo una gracia fundacional no significaque pirulito esté confirmado en gracia y todos los actos de su vida sean alabables, imitables o canonizables. ESO ES particularmente lo que me molesta de las congregaciones y movimientos modernos. Que no se cansan de mencionar al fundador/a cuantas veces pueden, y citan sus constituciones casi más que a la Sagrada Escritura.
Otra cosa que me parece curiosa en todos los nuevos movimientos y congregaciones teóricamente conservadores, es ese hermetismo que los rodea. Van a "sus" misas, se dirigen con "sus" sacerdotes y van exclusivamente a "sus"actividades. Se les olvidó el católico en la mesita de luz. Antes creo que no era tan así, y sólo por poner un ejemplo: las santas Teresa y Teresita, no se dirigieron exclusivamente con carmelitas, sino que fueron guiadas también por otros sacerdotes que no pertenecían a su orden. Y no me vengan con que eran otros tiempos, porque riñas entre congregaciones hubo siempre... y si no, vayan a algun convento Franciscano y vean cuantos tomos de la Suma tienen. O sea...
Y otra ideita... capaz mas peligrosa es la concepción de obediencia. Comprendo que si algún religioso lee esto puede pensar que es caradura que una mujer casada opine lo que puede ser la obediencia. A tal religioso desprevenido advierto: la obediencia no la practican exclusivamente ustedes. Un laico obedece al jefe, obedece (si corresponde) la ley, y la mujer (si tiene ganas) al marido. Un laico puede perfectamente comprender con exactitud lo que padeció el mismo Cristo que fue "obediente hasta la muerte de Cruz".

Considero que en el post concilio se crearon dos ideas bien diferentes y claras sobre la obediencia:
Obediencia neocón: hacer caso a todo lo que diga el superior
Frase preferida: el que obedece nunca se equivoca
Obediencia progre: hacer todo lo que el superior me diga si me parece bien
Frase preferida: el Espíritu Santo sopla donde quiere
Es curioso, porque una deriva en rigorismo y la otra en laxitud, y ambas se oponen a la obediencia católica. Hay cosas que no son opinables: los dogmas por ejemplo.
Otras cosas son ...¿próxima fidei? creo que le decían así. Son esas que si bien no son dogmas, negarlas acarrean consecuencias peligrosas.
Por último, hay cosas opinables.
Si no hubiera libertad para discutir teológicamente, jamás se hubiera escrito la Suma Teológica. Tengo entendido que Santo Tomás no apoyaba la idea de la Inmaculada Concepción, y San Buenaventura sí. Si estos Santos muchachos hubieran tenido los parámetros de obediencia modernos, en este momento estaríamos sin dogma de la Inmaculada porque ¿¡cómo vamos a discutir y faltarnos a la caridad!?
Discutir no necesariamente es faltar a la caridad. Humillar mientras se discute sí. En los neomovimientos/congregaciones, a la persona que disiente automáticamente se la tacha de díscola, poco generoso, soberbio, mal espíritu y cuanto insultillo "espiritual" ande dando vueltas. Se le hace un vacío tal por parte de las cúpulas y luego de los que consideran que la cúpula jamás puede equivocarse, que hace imposible que la persona pueda perseverar en una sana crítica y desarrollo de la fe. Si la verdad no ofende ¿por qué tantos terminan apartándose de los movimientos que los llevaron a la fe? Yo creo que es así, porque si bien la verdad no ofende, es tajante como espada de dos filos, y nadie está dispuesto a bajarse del caballo y ponerse una curita en el orgullo intelectual cuando descubre que lo que pensaba estaba mal, desacertado, o que el otro tenía argumentos válidos para pensar como lo hacía.
La solución para esto no la tengo. Salvo rezar, para que el Señor nos haga comprender su voluntad y nosotros la sigamos con sencillez. Para salvarse, la única receta universal es cumplir los 10 mandamientos.


Carisma: definición

Hace poco una lectora del blog me preguntó (a raíz de unos mails que intercambiamos) por qué era que la palabra "carisma" producía urticaria en algunas personas, como en mí por ejemplo.
Cuando empecé a pensar la respuesta, me di cuenta que había pensado muchas veces al respecto pero quizá no había unificado las aristas que le vi al asunto.
Luego del concilio, da la impresión de que el Espíritu Santo sufrió una especie de resfrío espiritual y anduvo estornudando carismas por aquí y por allá, tal es así que cualquiera se creía iluminado/a fundador/a (conozco la historia de una "congregación" del sur, que fue fundada y aprobada simultaneamente, ya que el fundador era amigo del obispo del lugar: duró 3 meses y se disolvió porque todos los miembros la abandonaron). Con esto no cargo contra todas las congregaciones modernas, simplemente menciono un hecho que considero notable. Como que a todo el mundo le daba la impresión de que para volver a las fuentes (de San Ignacio, San Francisco, Santa Teresa, etc) hacía falta hacer rancho aparte.
Puede ser que haga falta hacer rancho aparte, pero no sé. Hay algo ahí que no me huele bien. Esa multiplicidad de carismas, más que a riqueza me suena a desorden y desconcierto, independientemente de cuán buenos sean fundadores y miembros de dichas comunidades. A las congregaciones le sumamos los movimientos y listo el pollo. Es como que ahora, ya no sólo se hace una Iglesia Nacional (Cf. afiches de propaganda de la conferencia episcopal Argentina: "Iglesia Católica Argentina") si no que para cada "católico argentino" tenemos una Iglesia a gusto y piacere.
Ojo, yo no digo que esté mal, que al que le gusta un poco más la pachanga se vaya con los carismáticos, o al que le gusta un poco más la formación se vaya con los de Miles... Todos somos diferentes y gracias a Dios en la Iglesia que es Madre todos tenemos un lugarcito. Ahora, que cada uno tenga su lugarcito no tendría que llevar TEÓRICAMENTE, a menospreciar la DOCTRINA COMÚN (me refiero a la que se supone que TODOS CREEMOS) y pontificar únicamente lo que pirulito fundador dijo. Y así si pirulito come de tal manera, lo hacemos así. Y si pirulito dice tal pavada, todos la repetimos porque suena bárbara. Y si pirulito lee tal cosa yo voy y leo el mismo libro... Porque de última, si pirulito tuvo una gracia fundacional no significaque pirulito esté confirmado en gracia y todos los actos de su vida sean alabables, imitables o canonizables. ESO ES particularmente lo que me molesta de las congregaciones y movimientos modernos. Que no se cansan de mencionar al fundador/a cuantas veces pueden, y citan sus constituciones casi más que a la Sagrada Escritura.
Otra cosa que me parece curiosa en todos los nuevos movimientos y congregaciones teóricamente conservadores, es ese hermetismo que los rodea. Van a "sus" misas, se dirigen con "sus" sacerdotes y van exclusivamente a "sus"actividades. Se les olvidó el católico en la mesita de luz. Antes creo que no era tan así, y sólo por poner un ejemplo: las santas Teresa y Teresita, no se dirigieron exclusivamente con carmelitas, sino que fueron guiadas también por otros sacerdotes que no pertenecían a su orden. Y no me vengan con que eran otros tiempos, porque riñas entre congregaciones hubo siempre... y si no, vayan a algun convento Franciscano y vean cuantos tomos de la Suma tienen. O sea...
Y otra ideita... capaz mas peligrosa es la concepción de obediencia. Comprendo que si algún religioso lee esto puede pensar que es caradura que una mujer casada opine lo que puede ser la obediencia. A tal religioso desprevenido advierto: la obediencia no la practican exclusivamente ustedes. Un laico obedece al jefe, obedece (si corresponde) la ley, y la mujer (si tiene ganas) al marido. Un laico puede perfectamente comprender con exactitud lo que padeció el mismo Cristo que fue "obediente hasta la muerte de Cruz".

Considero que en el post concilio se crearon dos ideas bien diferentes y claras sobre la obediencia:
Obediencia neocón: hacer caso a todo lo que diga el superior
Frase preferida: el que obedece nunca se equivoca
Obediencia progre: hacer todo lo que el superior me diga si me parece bien
Frase preferida: el Espíritu Santo sopla donde quiere
Es curioso, porque una deriva en rigorismo y la otra en laxitud, y ambas se oponen a la obediencia católica. Hay cosas que no son opinables: los dogmas por ejemplo.
Otras cosas son ...¿próxima fidei? creo que le decían así. Son esas que si bien no son dogmas, negarlas acarrean consecuencias peligrosas.
Por último, hay cosas opinables.
Si no hubiera libertad para discutir teológicamente, jamás se hubiera escrito la Suma Teológica. Tengo entendido que Santo Tomás no apoyaba la idea de la Inmaculada Concepción, y San Buenaventura sí. Si estos Santos muchachos hubieran tenido los parámetros de obediencia modernos, en este momento estaríamos sin dogma de la Inmaculada porque ¿¡cómo vamos a discutir y faltarnos a la caridad!?
Discutir no necesariamente es faltar a la caridad. Humillar mientras se discute sí. En los neomovimientos/congregaciones, a la persona que disiente automáticamente se la tacha de díscola, poco generoso, soberbio, mal espíritu y cuanto insultillo "espiritual" ande dando vueltas. Se le hace un vacío tal por parte de las cúpulas y luego de los que consideran que la cúpula jamás puede equivocarse, que hace imposible que la persona pueda perseverar en una sana crítica y desarrollo de la fe. Si la verdad no ofende ¿por qué tantos terminan apartándose de los movimientos que los llevaron a la fe? Yo creo que es así, porque si bien la verdad no ofende, es tajante como espada de dos filos, y nadie está dispuesto a bajarse del caballo y ponerse una curita en el orgullo intelectual cuando descubre que lo que pensaba estaba mal, desacertado, o que el otro tenía argumentos válidos para pensar como lo hacía.
La solución para esto no la tengo. Salvo rezar, para que el Señor nos haga comprender su voluntad y nosotros la sigamos con sencillez. Para salvarse, la única receta universal es cumplir los 10 mandamientos.


Ataque informático



Ayer por la tarde y, nuevamente, hoy por la mañana hemos sido blanco de una serie de ataques informáticos que buscan tomar el control de esta bitácora.

Hasta el momento no hemos detectado problemas ni alteraciones ni en la bitácora, ni tampoco percibimos el uso indebido de nuestro correo electrónico, pero esto no quiere decir que no pueda pasar en los próximos días. 

En el caso de que se pueda ver alguna cosa extraña aquí o reciban algún correo electrónico raro desde nuestra dirección, les pedimos que nos avisen para que podamos tomar cartas en el asunto.

Hasta el momento no hemos podido detectar el origen de los ataques, pero iniciamos una investigación al respecto.

Desde ya, muchas gracias por la comprensión y paciencia.

La Redacción

Ataque informático



Ayer por la tarde y, nuevamente, hoy por la mañana hemos sido blanco de una serie de ataques informáticos que buscan tomar el control de esta bitácora.

Hasta el momento no hemos detectado problemas ni alteraciones ni en la bitácora, ni tampoco percibimos el uso indebido de nuestro correo electrónico, pero esto no quiere decir que no pueda pasar en los próximos días. 

En el caso de que se pueda ver alguna cosa extraña aquí o reciban algún correo electrónico raro desde nuestra dirección, les pedimos que nos avisen para que podamos tomar cartas en el asunto.

Hasta el momento no hemos podido detectar el origen de los ataques, pero iniciamos una investigación al respecto.

Desde ya, muchas gracias por la comprensión y paciencia.

La Redacción

jueves, 26 de abril de 2012

Sobre la Tradición: vacuna antibolivariana



Un amigo de nuestra bitácora nos ha dicho que José Miguel Arráiz es ineducable. Tratar de sacarlo de la ignorancia sería perder el tiempo. Ya sabemos que el bolivariano no es una luz, pero sus panfletos tienen amplia difusión. Y lo que ha publicado hoy sobre la noción de Tradición contiene errores e imprecisiones notables. Para comenzar, resulta muy deficiente tratar un concepto teológico sin exponer con argumentos y claridad cuestiones fundamentales: si existe, qué es, cuál es su definición esencial, cuáles son sus propiedades, la división y la eventual analogía, etc. Además, hay un grosero error en insinuar que la distinción entre la Tradición (dogma y moral) y las tradiciones (liturgia, disciplina y pastoral) está en la materia de lo transmitido. Otro equívoco es el uso de la expresión “Tradición viva”, lo que implica un deslizamiento subjetivo, que tiende a confundir Tradición con magisterio. Finalmente, el articulete contiene unos párrafos sobre el tradicionalismo tan reiterados como intelectualmente deshonestos.

Ya que el apologeta bolivariano inocula el virus del error, nosotros intentamos difundir la vacuna para los lectores desprevenidos. Una introducción clara a la noción de Tradición se encuentra en trabajo de Santiago Ramírez, OP, que ofrecemos en nuestro estante de scribd. Es un punto de partida que ayuda a no confundir lo divino con lo humano. La regla suprema e infalible de discernimiento está en el magisterio vivo de la Iglesia. Sobre el valor magisterial de las novedades del Vaticano II ya hemos tratado de manera extensa y reiterada en este blog. 


P.S.: el artículo también puede descargarse de aquí.


55812290-Santiago-Ramirez-Tradicion

Sobre la Tradición: vacuna antibolivariana



Un amigo de nuestra bitácora nos ha dicho que José Miguel Arráiz es ineducable. Tratar de sacarlo de la ignorancia sería perder el tiempo. Ya sabemos que el bolivariano no es una luz, pero sus panfletos tienen amplia difusión. Y lo que ha publicado hoy sobre la noción de Tradición contiene errores e imprecisiones notables. Para comenzar, resulta muy deficiente tratar un concepto teológico sin exponer con argumentos y claridad cuestiones fundamentales: si existe, qué es, cuál es su definición esencial, cuáles son sus propiedades, la división y la eventual analogía, etc. Además, hay un grosero error en insinuar que la distinción entre la Tradición (dogma y moral) y las tradiciones (liturgia, disciplina y pastoral) está en la materia de lo transmitido. Otro equívoco es el uso de la expresión “Tradición viva”, lo que implica un deslizamiento subjetivo, que tiende a confundir Tradición con magisterio. Finalmente, el articulete contiene unos párrafos sobre el tradicionalismo tan reiterados como intelectualmente deshonestos.

Ya que el apologeta bolivariano inocula el virus del error, nosotros intentamos difundir la vacuna para los lectores desprevenidos. Una introducción clara a la noción de Tradición se encuentra en trabajo de Santiago Ramírez, OP, que ofrecemos en nuestro estante de scribd. Es un punto de partida que ayuda a no confundir lo divino con lo humano. La regla suprema e infalible de discernimiento está en el magisterio vivo de la Iglesia. Sobre el valor magisterial de las novedades del Vaticano II ya hemos tratado de manera extensa y reiterada en este blog. 


P.S.: el artículo también puede descargarse de aquí.


55812290-Santiago-Ramirez-Tradicion

martes, 24 de abril de 2012

Jaque mate a los judaizantes


Los comentarios a un reciente artículo de D. Ángel David Martín Rubio motivan esta entrada. El vídeo que la encabeza contiene las respuestas del rabino Gutman Locks a un pastor protestante que lo interroga sobre Jesucristo. El rabino dice lo que es doctrina común de los judíos desde los tiempos de Nuestro Señor. Pero las veleidades de algunos "teólogos" y las ambigüedades judaizantes de ciertos movimientos conducen a que se oscurezca lo principal: la divinidad de Cristo.

"No hay escape: o Cristo era Dios, tal como lo dijo, o era un loco de atar (no vengan con que era un gran hombre, etc., eso no tiene sentido). Los únicos que parecen zafar de esta alternativa de hierro son los "teólogos". Como explica Kreeft: "La primera vía de escape consiste en el ataque de los exégetas a las Escrituras, poniendo en duda su confiabilidad histórica. A lo mejor Jesús nunca reclamó para sí ser divino. A lo mejor todos esos molestos pasajes fueron invención de la Iglesia primitiva (decir “la comunidad cristiana”—suena tanto más moderno)." Y todavía hay otra vía de escape más. Pero, como habrán adivinado, son evasiones falsas a la lógica más consistente. Al final les espera un jaque mate. " (Jack Tollers)

Digamos algo más: si Cristo no era Dios y tampoco era un loco, entonces era un impostor y un criminal para las leyes de la época. Pero Cristo es Dios.

Recomendamos el trabajo de Peter Kreeft, Jaque mate, en traducción de Jack Tollers. Se descarga aquí



Jaque mate a los judaizantes


Los comentarios a un reciente artículo de D. Ángel David Martín Rubio motivan esta entrada. El vídeo que la encabeza contiene las respuestas del rabino Gutman Locks a un pastor protestante que lo interroga sobre Jesucristo. El rabino dice lo que es doctrina común de los judíos desde los tiempos de Nuestro Señor. Pero las veleidades de algunos "teólogos" y las ambigüedades judaizantes de ciertos movimientos conducen a que se oscurezca lo principal: la divinidad de Cristo.

"No hay escape: o Cristo era Dios, tal como lo dijo, o era un loco de atar (no vengan con que era un gran hombre, etc., eso no tiene sentido). Los únicos que parecen zafar de esta alternativa de hierro son los "teólogos". Como explica Kreeft: "La primera vía de escape consiste en el ataque de los exégetas a las Escrituras, poniendo en duda su confiabilidad histórica. A lo mejor Jesús nunca reclamó para sí ser divino. A lo mejor todos esos molestos pasajes fueron invención de la Iglesia primitiva (decir “la comunidad cristiana”—suena tanto más moderno)." Y todavía hay otra vía de escape más. Pero, como habrán adivinado, son evasiones falsas a la lógica más consistente. Al final les espera un jaque mate. " (Jack Tollers)

Digamos algo más: si Cristo no era Dios y tampoco era un loco, entonces era un impostor y un criminal para las leyes de la época. Pero Cristo es Dios.

Recomendamos el trabajo de Peter Kreeft, Jaque mate, en traducción de Jack Tollers. Se descarga aquí



lunes, 23 de abril de 2012

De Prada y los pájaros carpinteros


A juzgar por el último artículo de Juan Manuel de Prada, tendríamos una razón más para incluirlo en la categoría de los malvados filolefebvristas que inventara Don José Mª Iraburu. Es que, además de dar lugar en su programa a pensadores  como Miguel Ayuso, De Prada viene a coincidir ahora con una opinión que motivó el nacimiento de esta humilde bitácora:  la  hostilidad de los sectores eclesiales conservadores hacia la FSSPX. He aquí unos párrafos del escritor y una imagen alusiva:
“…Muestras de este designio restaurador [de Benedicto XVI] las tenemos por doquier; a algunas no les prestan atención ni los propios curas, que se resisten, por ejemplo, a poner reclinatorios en la comunión. Pero tal vez la muestra más llamativa (e incomprendida por muchos, aun en el seno de la propia Iglesia) sean los esfuerzos de acogida que Benedicto XVI está mostrando con la fraternidad sacerdotal de San Pío X, fundada por Marcel Lefebvre… A simple vista, puede parecer un episodio menor; pero tal vez se trate del gran acontecimiento de este papado. A pesar de las intemperancias mostradas por algunos miembros de la Fraternidad, a pesar de las resistencias y desconfianzas de muchos prelados, a pesar de la animadversión furiosa que ciertos sectores eclesiásticos progresistas (y también, por cierto, conservadores, en paradójica alianza) exhiben ante los «lefebvrianos», el Papa no ha cejado en su voluntad explícita de propiciar la reconciliación definitiva con este grupo tradicionalista…

 


De Prada y los pájaros carpinteros


A juzgar por el último artículo de Juan Manuel de Prada, tendríamos una razón más para incluirlo en la categoría de los malvados filolefebvristas que inventara Don José Mª Iraburu. Es que, además de dar lugar en su programa a pensadores  como Miguel Ayuso, De Prada viene a coincidir ahora con una opinión que motivó el nacimiento de esta humilde bitácora:  la  hostilidad de los sectores eclesiales conservadores hacia la FSSPX. He aquí unos párrafos del escritor y una imagen alusiva:
“…Muestras de este designio restaurador [de Benedicto XVI] las tenemos por doquier; a algunas no les prestan atención ni los propios curas, que se resisten, por ejemplo, a poner reclinatorios en la comunión. Pero tal vez la muestra más llamativa (e incomprendida por muchos, aun en el seno de la propia Iglesia) sean los esfuerzos de acogida que Benedicto XVI está mostrando con la fraternidad sacerdotal de San Pío X, fundada por Marcel Lefebvre… A simple vista, puede parecer un episodio menor; pero tal vez se trate del gran acontecimiento de este papado. A pesar de las intemperancias mostradas por algunos miembros de la Fraternidad, a pesar de las resistencias y desconfianzas de muchos prelados, a pesar de la animadversión furiosa que ciertos sectores eclesiásticos progresistas (y también, por cierto, conservadores, en paradójica alianza) exhiben ante los «lefebvrianos», el Papa no ha cejado en su voluntad explícita de propiciar la reconciliación definitiva con este grupo tradicionalista…

 


sábado, 21 de abril de 2012

Una sorpresa para el obispo

El obispo diocesano de Teramo-Altri, Don Michele Seccia, estaba realizando una visita pastoral a la comunidad de Silvi, en la región italiana de Abruzzo. En el inicio de la primavera, el 21 de marzo, experimentó un “milagro luminoso” en aquella localidad. Al visitar la iglesia de la Asunción, confiada a los franciscanos, en los alrededores de Silvi Marina, una ciudad de veraneo en el Adriático, había unos niños musulmanes recitando suras del Corán en árabe. La representación insólita, que en muchos aspectos remite a una mentalidad pseudo-interreligiosa e ingenuamente encantadora, se desarrolló delante del sagrario. El obispo, que no participó del programa, se encontró con un hecho consumado, conforme informó el sitio Messa in Latino. No se sabe lo que el obispo comentó al respecto...


Una sorpresa para el obispo

El obispo diocesano de Teramo-Altri, Don Michele Seccia, estaba realizando una visita pastoral a la comunidad de Silvi, en la región italiana de Abruzzo. En el inicio de la primavera, el 21 de marzo, experimentó un “milagro luminoso” en aquella localidad. Al visitar la iglesia de la Asunción, confiada a los franciscanos, en los alrededores de Silvi Marina, una ciudad de veraneo en el Adriático, había unos niños musulmanes recitando suras del Corán en árabe. La representación insólita, que en muchos aspectos remite a una mentalidad pseudo-interreligiosa e ingenuamente encantadora, se desarrolló delante del sagrario. El obispo, que no participó del programa, se encontró con un hecho consumado, conforme informó el sitio Messa in Latino. No se sabe lo que el obispo comentó al respecto...


viernes, 20 de abril de 2012

Castellani - Apokalypsis de San Juan




La estupenda bitácora castellaniana ofrece un enlace para El Apokalypsis de San Juan del P. Leonardo Castellani. El libro está alojado en el sitio www.scribd.comSi no se tiene cuenta en el sitio y se desean descargar los documentos hay que seguir un simple instructivo. También puede descargarse el libro de aquí.

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jueves, 19 de abril de 2012

Algunas opiniones de San Josemaría sobre el Concilio Vaticano II

Reproducimos a continuación un artículo de Pedro Rizo que recopila textos del Padre Escrivá de Balaguer sobre el Vaticano II. Aunque algunos ya han sido citados en nuestra bitácora, esta recopilación añade otros inéditos, como es el caso de una carta a los sacerdotes en la que los exhorta a conservar los misales de San Pío V. 
Por cierto que la deriva institucional del Opus Dei en las últimas décadas va por otros caminos. Al parecer la institución sufre de un complejo de integrismo vergonzante que la mueve a silenciar textos de su fundador y hechos sobre su vida que son incómodos para su actual inserción eclesiástica. Y también de franquismo vergonzante cuando se observa un denodado esfuerzo por reescribir la historia para distanciarse del régimen de Franco.
Las abajo reproducidas proceden de cartas, tertulias y exhortos del Padre Escrivá a sus hijos del Opus Dei. He recogido preferentemente las que aportan dato de registro. La mayoría evidencia que San Josemaría no fue un entusiasta defensor del Concilio como, después de su muerte, el Opus Dei lo ha proclamado a toda voz en su cómplice liberalismo.
Así mismo enseña que la crítica es un deber del católico, como Santo Tomás defiende, lo cual, por supuesto, no excluye la caridad ni el amor a la sana doctrina. Es notable, en este caso, el contraste de esas protestas de infantil o ingenua catolicidad en quienes proponen comparaciones con la FSSPX, del Arzobispo Marcel Lefebvre, que contra toda tempestad se mantuvo fiel a la tradición de la Iglesia, y por cuya firmeza algunos socios de la Obra de San Josemaría han llegado al absurdo de acusar a aquella de protestantismo.
Una observación necesaria: El origen de los párrafos no está suficientemente expresado a causa de “las medidas cautelares de la magistrada Dña. Olga Martín Alonso, del Juzgado nº 10 de lo Mercantil, de Madrid”, que dificultan acceder a mayor detalle. Pero sí me ha sido confirmada la veracidad de cada uno de los párrafos que incluyo en este post. Casi todos proceden de cartas del santo fundador a los socios de su Obra, llamadas por ellos “Campanadas”. En particular las de marzo de 1973 y febrero de 1974.
Veamos una corta selección:
«Debéis siempre estar alerta: vigilate et orate, siempre serenos, con la alegría, la paz y la valentía del que está en la rectitud. No podemos callar, porque esta Madre nuestra, la Iglesia Santa de Dios, es y será – aunque pasen los años – menor de edad; y necesita que sus hijos la defiendan veritatem facientes in caritate: viviendo la verdad en la caridad, yo he escrito al Santo Padre tres veces, y una cuarta hoy, porque es necesario quitarse el cieno de encima.» (Carta de San Josemaría en EF-651002-1con respecto a los errores doctrinales tras el Concilio Vaticano II)
«Hijas mías, vengo a deciros que la Iglesia va muy mal, va al desastre. Lo que os digo es que pidáis por la Iglesia, porque está muy mal. Este Concilio es el concilio del diablo. (Tertulia)
«Es tiempo de deslealtad, de traición, de herejía. Y las herejías salen de las bocas que deberían decir la verdad; gentes que habían de dar testimonio de la fe y dan testimonio de la duda; personas que deberían ser fortaleza para los demás y son debilidad; almas que, según el Evangelio, tendrían que ser sal de la tierra, y son corrupción del mundo.» (Carta 1969)
«Se están causando voluntariamente heridas en su Cuerpo [místico, la Iglesia], que va a ser muy difícil restañar. Nos dirigimos a la Trinidad Beatísima, Dios Uno y Trino, para que se digne acortar cuanto antes esta época de prueba. Lo suplicamos por la mediación del Corazón Dulcísimo de María; por la intercesión de San José, nuestro Padre y Señor, Patrono de la Iglesia universal, a quien tanto amamos y veneramos; por la intercesión de todos los Ángeles y Santos, cuyo culto algunos intentan extirpar de la Iglesia Santa.» (Campanadas)
«[…] La Santa Misa es el centro y la raíz de nuestra vida interior, es el momento supremo para adorar, para romper en acción de gracias, para invocar, para desagraviar. Algunos se afanan todo lo posible por arrancar, del dogma, la certeza de esa renovación incruenta del Sacrificio divino del Calvario. ¡Razón de más para que nosotros cuidemos con especial tesón vivir la Misa bien identificados con Cristo Señor Nuestro, que es el Sacerdote principal y la Víctima!» (Campanadas)
«[Hay] almas que abandonan las prácticas religiosas porque ahora se difunde impunemente propaganda de toda clase de falsedades, y resulta en cambio muy difícil defender la ortodoxia sin ser tachados — dentro de la misma Iglesia, esto es lo más triste — de extremistas o exagerados. Se desprecia, hijos míos, a los que quieren permanecer constantes en la fe, y se alaba a los apóstatas y a los herejes, escandalizando a las almas sencillas que se sienten confundidas y turbadas.» (Campanadas)
No olvidéis el particular empeño que pone en estos tiempos el demonio, para lograr que los fieles se separen de la fe y de las buenas costumbres cristianas, procurando que pierdan hasta el sentido del pecado con un falso ecumenismo como excusa. Deseamos, tanto como el que más lo desee, la unión de los cristianos: y aun la de todos los que, de alguna manera, buscan a Dios. Pero la realidad demuestra que enesos conciliábulos, unos afirman que sí y —sobre el mismo tema— otros lo contrario. Cuando —a pesar de esto— aseguran que van de acuerdo, lo único cierto es que todos se equivocan. Y de esa comedia, con la que mutuamente se engañan, lo menos malo que suele producirse es la indiferencia: un triste estado de ánimo, en el que no se nota inclinación por la verdad, ni repugnancia por la mentira. (Carta del 14 de febrero de 1974)
«En la fidelidad a la tradición católica de nuestro pueblo se encontrará siempre, junto con la bendición divina para las personas constituidas en autoridad, la mejor garantía de acierto en los actos de gobierno, y en la seguridad de una justa y duradera paz en el seno de la comunidad nacional.» (Carta al Generalísimo Franco, 23-V-1958)
«Nos sentimos obligados a resistir a estos nuevo modernistas – progresistas se llaman ellos mismos, cuando de hecho son retrógrados que tratan de resucitar las herejías de los tiempos pasados -, que ponen todo en discusión desde el punto de vista exegético, histórico, dogmático, defendiendo opiniones erróneas que tocan las verdades fundamentales de la fe, sin que nadie con autoridad pública [el Papa] pare y condene reciamente sus propagandas.» (Carta, 28-III-1973)
«De ahí que la que verdaderamente es y se llama (Iglesia) Católica, debe juntamente brillar por las prerrogativas de la unidad, de la santidad y de la sucesión apostólica. Es, insisto, la enseñanza tradicional de la Iglesia, aunque en estos últimos años algunos lo olviden, llevados por un falso ecumenismo tras el Concilio Vaticano II.» DeLealtad a la Iglesia, homilía 4-VI-1972
«Yo obedezco rendidamente en todo lo que han dispuesto para la celebración de la nueva Misa, pero echo de menos tantas rúbricas de piedad y de amor que se han quitado: por ejemplo, el beso a la patena, en el que se ponía tanto amor – para que Él se lo encontrara. Pero hemos de saber obedecer viendo la mano de Dios, y tratando al Señor con delicadeza... ¡No le robemos nada de tiempo con este asunto... Pero guardad los misales y los ornamentos, porque volverá la misa de toda la vida, la de San Pío V! (Carta a los sacerdotes, 1968)
«Si se le quita la Transustanciación a la Misa... Esta palabra es de una importancia capital, porque al suprimirla se omite la presencia real y deja, por tanto, de haber víctima. ¡No dejes de emplear esa palabra! ¡Transubstanciación! Los niños no la entenderán y tú tampoco, pero no importa: ¡Empléala! ¡Empléala! No sólo molesta a los nuevos herejes... Al que molesta mucho más es al demonio.» (Tertulia 16-VI-1971)
«Hay, por desgracia, toda una fauna inquieta que está creciendo en esta nueva época a la sombra de la falta de autoridad y de la falta de convicciones, y al amparo de algunos gobernantes [obviamente de la Iglesia], que no se han atrevido a frenar públicamente a quienes causaban tantos destrozos en la viña del Señor.» (Carta 14-II-1974)
«(...) no os dejéis desanimar por doctrinas diversas y extrañas; lo que importa sobre todo es fortalecer el corazón con la gracia de Jesucristo. (Hebr. 13, 9) – Somos los elegidos para iniciar la conversión de la Iglesia, hoy en manos del demonio, que la pudre por dentro -. (Crónica)
Fuente:

Algunas opiniones de San Josemaría sobre el Concilio Vaticano II

Reproducimos a continuación un artículo de Pedro Rizo que recopila textos del Padre Escrivá de Balaguer sobre el Vaticano II. Aunque algunos ya han sido citados en nuestra bitácora, esta recopilación añade otros inéditos, como es el caso de una carta a los sacerdotes en la que los exhorta a conservar los misales de San Pío V. 
Por cierto que la deriva institucional del Opus Dei en las últimas décadas va por otros caminos. Al parecer la institución sufre de un complejo de integrismo vergonzante que la mueve a silenciar textos de su fundador y hechos sobre su vida que son incómodos para su actual inserción eclesiástica. Y también de franquismo vergonzante cuando se observa un denodado esfuerzo por reescribir la historia para distanciarse del régimen de Franco.
Las abajo reproducidas proceden de cartas, tertulias y exhortos del Padre Escrivá a sus hijos del Opus Dei. He recogido preferentemente las que aportan dato de registro. La mayoría evidencia que San Josemaría no fue un entusiasta defensor del Concilio como, después de su muerte, el Opus Dei lo ha proclamado a toda voz en su cómplice liberalismo.
Así mismo enseña que la crítica es un deber del católico, como Santo Tomás defiende, lo cual, por supuesto, no excluye la caridad ni el amor a la sana doctrina. Es notable, en este caso, el contraste de esas protestas de infantil o ingenua catolicidad en quienes proponen comparaciones con la FSSPX, del Arzobispo Marcel Lefebvre, que contra toda tempestad se mantuvo fiel a la tradición de la Iglesia, y por cuya firmeza algunos socios de la Obra de San Josemaría han llegado al absurdo de acusar a aquella de protestantismo.
Una observación necesaria: El origen de los párrafos no está suficientemente expresado a causa de “las medidas cautelares de la magistrada Dña. Olga Martín Alonso, del Juzgado nº 10 de lo Mercantil, de Madrid”, que dificultan acceder a mayor detalle. Pero sí me ha sido confirmada la veracidad de cada uno de los párrafos que incluyo en este post. Casi todos proceden de cartas del santo fundador a los socios de su Obra, llamadas por ellos “Campanadas”. En particular las de marzo de 1973 y febrero de 1974.
Veamos una corta selección:
«Debéis siempre estar alerta: vigilate et orate, siempre serenos, con la alegría, la paz y la valentía del que está en la rectitud. No podemos callar, porque esta Madre nuestra, la Iglesia Santa de Dios, es y será – aunque pasen los años – menor de edad; y necesita que sus hijos la defiendan veritatem facientes in caritate: viviendo la verdad en la caridad, yo he escrito al Santo Padre tres veces, y una cuarta hoy, porque es necesario quitarse el cieno de encima.» (Carta de San Josemaría en EF-651002-1con respecto a los errores doctrinales tras el Concilio Vaticano II)
«Hijas mías, vengo a deciros que la Iglesia va muy mal, va al desastre. Lo que os digo es que pidáis por la Iglesia, porque está muy mal. Este Concilio es el concilio del diablo. (Tertulia)
«Es tiempo de deslealtad, de traición, de herejía. Y las herejías salen de las bocas que deberían decir la verdad; gentes que habían de dar testimonio de la fe y dan testimonio de la duda; personas que deberían ser fortaleza para los demás y son debilidad; almas que, según el Evangelio, tendrían que ser sal de la tierra, y son corrupción del mundo.» (Carta 1969)
«Se están causando voluntariamente heridas en su Cuerpo [místico, la Iglesia], que va a ser muy difícil restañar. Nos dirigimos a la Trinidad Beatísima, Dios Uno y Trino, para que se digne acortar cuanto antes esta época de prueba. Lo suplicamos por la mediación del Corazón Dulcísimo de María; por la intercesión de San José, nuestro Padre y Señor, Patrono de la Iglesia universal, a quien tanto amamos y veneramos; por la intercesión de todos los Ángeles y Santos, cuyo culto algunos intentan extirpar de la Iglesia Santa.» (Campanadas)
«[…] La Santa Misa es el centro y la raíz de nuestra vida interior, es el momento supremo para adorar, para romper en acción de gracias, para invocar, para desagraviar. Algunos se afanan todo lo posible por arrancar, del dogma, la certeza de esa renovación incruenta del Sacrificio divino del Calvario. ¡Razón de más para que nosotros cuidemos con especial tesón vivir la Misa bien identificados con Cristo Señor Nuestro, que es el Sacerdote principal y la Víctima!» (Campanadas)
«[Hay] almas que abandonan las prácticas religiosas porque ahora se difunde impunemente propaganda de toda clase de falsedades, y resulta en cambio muy difícil defender la ortodoxia sin ser tachados — dentro de la misma Iglesia, esto es lo más triste — de extremistas o exagerados. Se desprecia, hijos míos, a los que quieren permanecer constantes en la fe, y se alaba a los apóstatas y a los herejes, escandalizando a las almas sencillas que se sienten confundidas y turbadas.» (Campanadas)
No olvidéis el particular empeño que pone en estos tiempos el demonio, para lograr que los fieles se separen de la fe y de las buenas costumbres cristianas, procurando que pierdan hasta el sentido del pecado con un falso ecumenismo como excusa. Deseamos, tanto como el que más lo desee, la unión de los cristianos: y aun la de todos los que, de alguna manera, buscan a Dios. Pero la realidad demuestra que enesos conciliábulos, unos afirman que sí y —sobre el mismo tema— otros lo contrario. Cuando —a pesar de esto— aseguran que van de acuerdo, lo único cierto es que todos se equivocan. Y de esa comedia, con la que mutuamente se engañan, lo menos malo que suele producirse es la indiferencia: un triste estado de ánimo, en el que no se nota inclinación por la verdad, ni repugnancia por la mentira. (Carta del 14 de febrero de 1974)
«En la fidelidad a la tradición católica de nuestro pueblo se encontrará siempre, junto con la bendición divina para las personas constituidas en autoridad, la mejor garantía de acierto en los actos de gobierno, y en la seguridad de una justa y duradera paz en el seno de la comunidad nacional.» (Carta al Generalísimo Franco, 23-V-1958)
«Nos sentimos obligados a resistir a estos nuevo modernistas – progresistas se llaman ellos mismos, cuando de hecho son retrógrados que tratan de resucitar las herejías de los tiempos pasados -, que ponen todo en discusión desde el punto de vista exegético, histórico, dogmático, defendiendo opiniones erróneas que tocan las verdades fundamentales de la fe, sin que nadie con autoridad pública [el Papa] pare y condene reciamente sus propagandas.» (Carta, 28-III-1973)
«De ahí que la que verdaderamente es y se llama (Iglesia) Católica, debe juntamente brillar por las prerrogativas de la unidad, de la santidad y de la sucesión apostólica. Es, insisto, la enseñanza tradicional de la Iglesia, aunque en estos últimos años algunos lo olviden, llevados por un falso ecumenismo tras el Concilio Vaticano II.» DeLealtad a la Iglesia, homilía 4-VI-1972
«Yo obedezco rendidamente en todo lo que han dispuesto para la celebración de la nueva Misa, pero echo de menos tantas rúbricas de piedad y de amor que se han quitado: por ejemplo, el beso a la patena, en el que se ponía tanto amor – para que Él se lo encontrara. Pero hemos de saber obedecer viendo la mano de Dios, y tratando al Señor con delicadeza... ¡No le robemos nada de tiempo con este asunto... Pero guardad los misales y los ornamentos, porque volverá la misa de toda la vida, la de San Pío V! (Carta a los sacerdotes, 1968)
«Si se le quita la Transustanciación a la Misa... Esta palabra es de una importancia capital, porque al suprimirla se omite la presencia real y deja, por tanto, de haber víctima. ¡No dejes de emplear esa palabra! ¡Transubstanciación! Los niños no la entenderán y tú tampoco, pero no importa: ¡Empléala! ¡Empléala! No sólo molesta a los nuevos herejes... Al que molesta mucho más es al demonio.» (Tertulia 16-VI-1971)
«Hay, por desgracia, toda una fauna inquieta que está creciendo en esta nueva época a la sombra de la falta de autoridad y de la falta de convicciones, y al amparo de algunos gobernantes [obviamente de la Iglesia], que no se han atrevido a frenar públicamente a quienes causaban tantos destrozos en la viña del Señor.» (Carta 14-II-1974)
«(...) no os dejéis desanimar por doctrinas diversas y extrañas; lo que importa sobre todo es fortalecer el corazón con la gracia de Jesucristo. (Hebr. 13, 9) – Somos los elegidos para iniciar la conversión de la Iglesia, hoy en manos del demonio, que la pudre por dentro -. (Crónica)
Fuente: