domingo, 1 de septiembre de 2013

Genealogía del (neo)conservadurismo eclesial (III)

El autor explica en una densa nota al pie de este capítulo, que el Vaticano I no precisó nada acerca del magisterio ordinario del papa, y que después del concilio, debido en parte a J. B. Franzelin, el magisterio será presentado como regla próxima de la fe, mientras la Escritura y la Tradición se consideraránn regla remota. De este modo se habría operado una inversión de la antigua posición. Según esta, el magisterio enseña lo que cree por haberlo recibido; en cambio, para la nueva posición, es de fe lo que el magisterio vivo enseña, siendo la función de la Escritura y de la Tradición dar testimonio ante el magisterio vivo y justificarlo. Agréguese a este deslizamiento subjetivo la tendencia a considerar infalible el magisterio ordinario del papa (Ciappi, Fenton y Salaverri*), que se traduce en una canonización implícita de todo juicio dogmático, teológico o espiritual "que venga de Roma", y que en muchas facultades de teología y seminarios el punto de partida de la reflexión lo constituye la "enseñanza del magisterio" apenas iluminado por la Escritura, la Tradición y la razón, y estamos ante lo que podemos llamar la “venganza” ultramontana que, años más tarde, proyectaría esta perspectiva de infalibilidad hipertrofiada sobre el Vaticano II y las reformas posteriores. Una subversión epistemológica aplicada a un Concilio que renunció expresamente a hacer uso de la infalibilidad y se autodefinió como pastoral. Las consecuencias de esta posición tienen notable incidencia en el neconservadurismo eclesial. Y también en varios exponentes del sedevacantismo. No sorprende ya que el director de un portal de información católica considere que la web tradiciondigital es sedevacantista "de facto", porque neocons y sedevacantistas son como las dos caras de una misma moneda.

La definición de 1870 relativa a la infalibilidad no tuvo el efecto que unos esperaban y otros temían. De hecho, después del Vaticano I, sólo una vez, en 1950, con la proclamación del dogma de la asunción corporal de María al cielo, se recurrió a la definición infalible del papa. No se hicieron realidad los temores que había manifestado J. Dollinger de que el papa en lo sucesivo respondería a todas las cuestiones que se le plantearan mediante la proclamación de artículos de fe y verdades dogmáticas. Ni se cumplieron los anhelos del ultramontano irlandés George Ward, quien manifestó su deseo de poder recibir todas las mañanas, con el desayuno y el Times, una encíclica infalible.
Sin embargo, después del Vaticano I asistimos a un hecho bastante nuevo. A partir de León XIII (1878-1903) se hará frecuentemente uso del magisterio pontificio conocido como «ordinario», sobre todo, a través de encíclicas. De este modo los papas tratarán de responder a los problemas que van surgiendo en relación con el dogma, la moral, la doctrina social de la Iglesia, etc. Este magisterio se ejerce además de una forma nueva. Si antes de León XIII los papas habían intervenido sobre todo formulando condenas y prohibiciones, a partir de este momento las encíclicas se mostrarían como escritos ricos en indicaciones positivas y llenos de teología. Esta forma de magisterio ordinario apenas había sido tomada en consideración en las controversias surgidas en torno al Vaticano I. Todo parece indicar que no se sospechaba que este tipo de magisterio dirigido a toda la Iglesia constituiría la forma normal de ejercicio de la actividad magisterial por parte de los papas, quedando las definiciones infalibles como caso límite y, por tanto, muy raro. Hay todavía otro elemento que es menester tener en cuenta y que expreso con palabras de K. Schatz: «Al mismo tiempo este magisterio ordinario de los papas fue adquiriendo gradualmente como "una aureola de infalibilidad". Tanto los papas como gran parte de los teólogos actuaron, hasta Pío XII inclusive, como si un error en este terreno fuese tan improbable que prácticamente no había que tenerlo en cuenta. En la práctica, entre 1870 y 1962, el magisterio pontificio "sólo" auténtico asumió la función de la no utilizada infalibilidad y respondió ampliamente a las expectativas que en 1870 los infalibilistas habían puesto en ella».
Los pronunciamientos doctrinales del magisterio ordinario de los papas no encontraron casi nunca una oposición importante dentro de la Iglesia antes de la Humanae vitae (1968)... 


Tomado de:

Ardusso, F. Magisterio eclesial. Madrid: 1995. Ps. 222-226.


* N. de R.: el jesuita Salaverri moderó su infalibilismo 
después de algunos debates .

30 comentarios:

  1. "No sorprende ya que el director de un portal de información católica considere que la web tradiciondigital es sedevacantista 'de facto'."

    Según ese "director de un portal de información católica" todo católico que no sea progre o neocón es filolefe y, por tanto sedevacantista, porque todo filolefe, a través de la tesis de Casiciacum, es un filosedevacantista en ciernes:

    "Hay que distinguir varias posiciones. Una es la de los sedevacantistas absolutos o radicales que sostienen que la sede está vacante. Otra la de Casiciacum que la sede no está vacante, sino que está ocupada por un Papa pero no formal, sino material, porque un Papa formal no puede predicar el error. Material quiere decir que tiene materia, porque está válidamente elegido, pero será formal (o sea, tendrá la forma) cuando se retracte de sus herejías, o errores."

    http://hispanismo.org/crisis-de-la-iglesia/13651-diferencias-entre-el-sedevacantismo-y-el-lefebvrismo.html#post94249

    Algún dato más:

    http://www.caballerodelainmaculada.blogspot.com.es/2010/01/mas-de-sede-vacante-tesis-de-casiciacum.html

    Cougar.

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  2. Si el bueno de Gerard des Lauriers volviera a la vida y leyera esa "explicación" de Cougar, se vuelve a morir.

    Eso pasa por pasar tiempo en internet en vez de formarse y estudiar como corresponde.

    Maestro Ciruela

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  3. Maestro ciruela:

    La explicación no es mía. Es un cita de la que he indicado procedencia.

    Si tiene algo que refutar, por favor, no se reprima, hágalo.

    Quedo a su disposición.

    Cougar.

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  4. Ciede Amete Benengeli1 de septiembre de 2013, 8:00

    También la tesis de Guerard es de raíz ultramontana ya que niega en los papas formales la posibilidad de errar fuera de las definiciones ex cathedra.

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  5. Si un Papa (material según la tesis) prolonga el ayuno eucarístico sub gravi, como no es Papa (formal) no hay obligación de obedecerle. Si un Papa legítimo hace lo mismo, hay obligación de obedecerle a menos que el mandato sea intrínsecamente inmoral. La diferencia entre una opción u otra es nada menos que un pecado grave.
    Saludos.

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  6. Garabandalista más bien pro Medjugorje1 de septiembre de 2013, 11:53

    Don Nittoglia justifica su abandono de la tesis de Casicciacum

    http://www.doncurzionitoglia.com/TesIncerta.htm

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  7. Bueno, por fin se desveló la parte interesante de la venganza de los maximalistas de la infalibilidad Papal. Gracias.

    Por lo demás es algo clarísimo la profunda identidad entre neocones y sedevacantistas en cuanto a los fundamentos y génesis de sus cosmovisiones.

    La tesis del papa material es un mero recurso mental para evitar afrontar la evidencia del problema mientras se teme las conclusiones extremas del falso planteamiento del mismo que se ha aceptado.

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  8. Católicos. Una fábula del III Reich.

    Todos han hecho un juramento de lealtad al Führer en el Ejército. Todos colaboran al esfuerzo patrio para ganar la guerra.

    Pero he aquí que el Führer manda una orden injusta, que no puede cumplirse sin grave daño.

    -Las SS obedecen ciegamente y consideran traidores a todo el que ose insinuar algo contrario a las órdenes o al buen espíritu que es el pensamiento del Führer en cada momento. No hay orden injusta sino que sólo lo parece o en cualquier caso el obrar del Führer tiene una explicación que no conocemos. Cumplirán con su juramento hasta la muerte aún vomitando interiormente por lo que hacen.

    -Un grupo de oficiales reconocen que la orden es injusta, pero son conscientes de que deben su lealtad al Führer a causa del juramento. Elaborarán un complicado discurso para privar al Führer de su estatus jurídico y quedar desligados de su juramento. Pronto cunde la advertencia de que pactó con los enemigos de la patria en la campaña electoral antes de ser elegido canciller. Así ya no hay Führer y no hay que obedecer orden injusta alguna. De estos, los más atrevidos elaborarán un plan para derrocar al Führer, pero el resto se mantiene fiel al Reich en una especie de status quo más o menos insostenible y no pretende golpe alguno.

    -Los oficiales más escrupulosos no pueden concebir un Reich sin un Führer. Es obvio que hay un Reich, luego el Führer está ahí. Pero he aquí que no está con toda su formalidad jurídica, sino sólo de modo material. Pueden decidir no obedecerle ahora, pero en un momento dado si el Führer se muestra como tal, obedecerán sin dudarlo.

    -Los oficiales del Estado Mayor son meros aduladores. Ellos no se preocupan tanto del juramento de lealtad, sino de sus propias carreras. Darán la razón en todo al Führer y aparentarán una obediencia más ciega aún que la de los SS, pero luego se reirán de él y harán lo que les venga en gana usando de la orden a su conveniencia para hacer caer en gracia y desgracia a quien le da la gana.

    -Las SA son revolucionarias. Su amor al Führer es tan fanático como el de las SS, pero condicionado al ideal social revolucionario en el que han transfigurado al Führer y su visión del Reich. Muy poderosas en los tiempos del cambio y el advenimiento del III Reich, han venido a menos y prácticamente han dejado de existir, eliminadas por el Führer y por tanto no cuentan a efectos de este juramento. No obstante algunos nostálgicos siguen en el Ejército y no cejan en su sueño de un Fürher que no les traicione.

    Todos han hecho de la lealtad al Führer un absoluto. Historiadores posteriores podrán poner de manifiesto la responsabilidad filosófica de la modernidad en todo ese resultado de consecuencias catastrófias para el pueblo alemán.

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  9. Un papa material no es papa en absoluto y en modo alguno tiene la plena potestad. Ningún acto que requiera para su validez de la jurisdicción pontificia es válido. Ni enseña, ni gobierna, ni legisla, ni ejecuta, ni juzga como papa... No puede ni dispensar un matrimonio no consumado. Para que se entiendande los efectos prácticos de esta tesis: desde hace 50 años no existe Curia Romana, todos los nombrados usurpan su puesto; no hay más obispos titulares; el Vaticano, como Estado, carece de autoridades legítimas; ninguna sentencia de nulidad matrimonial, dispensa de votos, aplicación de penas, reducción al estado laical, etc, es válida, porque se aplica un código inválido, el de 1983. El Vaticano II, no es un Concilio, sino un conciliábulo inválido (no aprobado por ningún Papa), así que como problema no existe. La reforma litúrgica tampoco existe, es inválida porque fue aprobada por un no-papa.

    Y luego vienen los complementos sobre la invalidez de los sacramentos. Si la tesis es verdadera, casi no quedan obispos válidamente consagrados en la Iglesia católica porque fueron consagrados con el ritual de Pablo VI que sería inválido. Claro que no se duda de la validez de los obispos sedevacantistas, incluso si arrancaron su consagración a un arzobispo senil. Tampoco quedan sacerdotes válidamente ordenados (salvo el clero sedevacantista), tal vez algunos ancianos. Las Misas son todas inválidas, por el rito y el ministro. La Confirmación es un sacramento que casi ha desaparecido.

    En resumidas cuentas: hay que hacer un ejercicio de imaginación y suponer que todo lo que visiblemente uno considera la Iglesia católica, en realidad es una gran impostura, nos es más que una secta con los mismos sacramentos que los anglicanos; la verdadera Iglesia subsiste en los pequeños grupos sedevacantistas que son la Iglesia católica remanente.

    ¿Lo anterior no implica negar o poner en duda la indefectibilidad (visibilidad y sacramentalidad) de la Iglesia?

    Dos casos para la reflexión.

    - Ticio es un sacerdote anciano. Vive en un geriátrico por su deterioro psico-físico. A veces está perdido; otras está lúcido. Lo llevan a pasear e ingresan en una panadería, Ticio se acerca a una enorme canasta repleta de pan, acerca las manos y pronuncia la fórmula consecratoria. ¿Hay consagración válida y por tanto 50 kilos de Eucaristía?

    - Sempronio es un obispo senil con intervalos lúcidos. Un sacerdote válidamente ordenado se acerca al anciano y le pide que lo consagre obispo con el rito mínimo necesario para la validez. ¿Es válida esa consagración?

    Saludos.

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  10. Anónimo:
    Si no es capaz de dar argumentos teológicos no publicaremos sus comentarios. Si le agrada el frikitradicionalismo tiene otras bitácoras para explayarse. Aquí no nos interesa ese tipo de "pensamiento".

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  11. PEDRO HISPANO: Confieso que este debate me supera y por ello no voy a entrar en él. Salvo señalar algo que aunque parezca obvio no sé hasta qué punto se tiene en cuenta. Ni Mons. Lefebvre ni el P. Gerard de Lauriers O.P. -ni los que les han seguido, por supuesto- devolvieron a los turcos el pendón de Lepanto, vendieron la tiara, pidieron perdón por lo mal que lo hicieron sus predecesores, besaron el Corán, nombraron a Muller prefecto de la Fe o decían vulgaridades o incluso disparates cada vez que abrían la boca.
    Sus reacciones y las explicaciones teóricas de las mismas, que ambos dieron, podrán resultar convincentes o no. Incluso podrán parecer erradas pero hay que tener bien presente lo que fueron: reacciones ante una situación que ellos no crearon sino que padecieron. Ellos no son el origen de la crisis y mal se va a salir de esta si, envueltos en la polémica, se olvida la verdadera causa de ésta. O, con otras palabras, quiénes son los responsables y quiénes la victimas.

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  12. Me parece que, gracias a la creciente visión ideologizada del mundo y las cosas en esta era moderna, ya no es posible comprender la sencillez de una sentencia, tan hispana, tan nuestra, tan moralmente sabia y tan cierta como "se obedece, pero no se cumple".
    Si cualquier ser humano -e incluyo a todo el género menos a los Dos indefectibles: Cristo N. S. y Su Santísima Madre- hace o dice una pavada, su dignidad actual no impedirá que el hecho sea tal, aunque su función no debiera sufrir menoscabo por esa causa. Dios nos ha dado el intelecto para pensar, no para "obedecer" en sentido jesuítico, porque no nos está permitido abdicar de nuestra conciencia; en tal caso, no mereceríamos, ni siquiera el cachito ínfimo que hace falta para salvarse. Y no nos salvaríamos.
    No es una exageración: todos hemos oído a grandes católicos afirmar que "prefieren condenarse con el papa". Yo no; nosotros no lo preferimos nada.
    Si él se quiere perder, allá él. Nosotros preferimos salvarnos. Siempre y en toda ocasión.
    Pero ahí está el problema: el endiosamiento ideológico de "las instituciones" pone la salvación por debajo de la obediencia, siendo que ésta, debería estar ordenada a aquella y ser su camino, no su extravío. Contra lo cual advierte N. Señor al exponer la Parábola de la luz bajo el celemín. En un sentido amplio y no corriente, es claro.
    Por eso los sedevacantistas y los neocones sirven al mismo dios: la ideología. Una construcción mental a la cual idolatran.
    Uno, modestamente, sólo quiere salvarse con la ayuda de Dios.
    Cordiales saludos.

    Addenda: Al que puso el ejemplo de los católicos en el III Reich, le recuerdo la famosa "orden de los comisarios", mediante la cual se ordenó a todos los jefes de cuerpo ejecutar de inmediato a todo comisario político ruso que cayera preso. Prácticamente ningún general del Ejército cumplió la orden, siendo famosa la respuesta del luterano H. Guderian: "Archívese. La orden no se cumple por ser contraria a la moral de las tropas".

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  13. No soy teólogo. Y aún como simple fiel de a pie, me reconozco como una verdadero zote. Así pues, no pretendo en ningún caso dar lecciones a nadie.

    En lo que sigue, sólo pretendo explicar cuál es el constructo mental que me permite serenar el alma para hablar con Dios:

    "Lo dicho nada tiene que ver con el sedevacantismo. Tiene que ver, más bien, con un sedeprivacionismo mitigado según el cual los Papas posconciliares serían formalmente, sin duda ninguna, verdaderos Papas. Y, materialmente, serían Papas en todo aquello que no fuera directamente contrario ni a la Tradición, lo que se ha enseñado y practicado siempre y en todas partes, ni al Magisterio dogmático o infalible. Y seguirían siendo materialmente Papas aún cuando se equivocaran una vez tras otra en lo que no estuviera relacionado con la Tradición o el Magisterio dogmático o infalible.

    Respecto a lo que fuera contrario a la Tradición y al Magisterio, por caridad filial, habría que atribuirlo a un error intelectual invencible porque, aunque la inteligencia tienda a la verdad, a causa del Pecado Original, sufre la ausencia de conocimiento. En cualquier caso, habría que asumir que la intención del corazón del Papa siempre es la de actuar en el mismo sentido en el que siempre han actuado todos los Papas antes que él. (Por más que pudiera parecer que alguno no da puntada sin hilo...)

    Imaginémonos el caso de una familia en la que el padre sufriera un brote psicótico. ¿Dejará por eso de ser formalmente padre? No. ¿Podrá ejercer materialmente de padre en semejante estado? Tampoco.

    Sin embargo, una vez recuperado del brote psicótico, o en los lapsos de lucidez entre brotes, sí que podría ejercer materialmente de padre.

    ¿Habrá dejado por eso de existir la familia? No. ¿Habrá dejado la familia de considerar padre al padre? No. ¿Habrá dejado de tratarle como tal? No. ¿Se sujetará a él aún en medio de un brote psicótico? Tampoco.

    Si no aceptamos esta hipótesis, habría que, o bien asumir la apostasía por pura obediencia ciega, o bien fomentar la desobediencia al Papa, aboliendo "de facto" el "cum Petro et sub Petro". Ninguna de estas dos opciones es tolerable.

    Aceptando esta hipótesis, logramos mantenernos fieles a la Tradición y al Magisterio y, a la vez, mantener los debidos respeto y reverencia al Papa, sin juzgarlo ni quitarle la autoridad que ostenta, actos para los que carecemos de toda competencia.

    Creo que así se podría explicar la posición de la Fraternidad San Pío X.

    Por su parte, el sedevacantismo no sólo no puede justificar cómo es posible que todos los Papas, cardinales y obispos de la Iglesia pueden equivocarse unánimemente durante medio siglo sino que, además, asume una postura de juez universal sobre la conciencia del Papa que no le corresponde porque "de internis, Ecclesia non judicat".

    El sedevacantismo asume que el brote psicótico indica que el padre, en realidad, nunca ha sido padre y que, por tanto, no sólo no se le debe tratar como tal sino que no se debe acatar ninguno de sus actos, independientemente de si son producto de un brote psicótico o no."

    http://cougarpuma.blogspot.com.es/2012/11/algunas-reflexiones-en-relacion-la.html

    Estoy totalmente de acuerdo con el artículo citado de don Curzio Nitoglia.

    Espero haber aclarado que mi posición no es la sedevacantista.

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  14. La tesis del R.P. Guerard DES LAURIERS fue refutada por el Dr. Homero Johas. Los seguidores de la tesis materialiter-formaliter simulando conservar una parte del credo, y, por eso, llamándose "tradicionalistas" o hasta "sedevacantistas", con todo, ocultamente, contradictoriamente, niegan otra parte del credo, yendo, abiertamente, contra la autoridad divina, perpetua e infalible, del Magisterio de la Sede de Pedro, fundamento visible da Iglesia Católica.

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  15. La fábula es la fábula, obviamente en ella está ausente toda esa masa de alemanes que sabían donde estaban los límites debidos. No intentemos sacarla de sus límites que no son más que enseñar de modo ilustrativo algo que es muy propio de la modernidad y de la primacía de la voluntad una vez caídos en la inmanencia.

    El tema del magisterio meramente auténtico es tan sencillo como entender que la legitimidad de la autoridad es en el ejercicio del acto justo de gobierno. La del magisterio también. Tiene sus cosas específicas, pero no es muy distinta del gobernante legítimo que pueda promulgar una ley injusta que no obligue en conciencia.

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  16. PEDRO HISPANO a RM: Aunque no adhiera personalmente a la tesis del P. De Lauriers no es él quien ha sembrado la confusión en la Iglesia. A este propósito le recuerdo los hechos, de los muchísimos que desgraciadamente se pueden citar, que enumero en mi comentario anterior. Puede estar de acuerdo o no con la tesis del citado padre pero atacarle, como si fuera el malo de la película, es irse por las ramas.

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  17. "la autoridad divina, perpetua e infalible, del Magisterio de la Sede de Pedro, fundamento visible da Iglesia Católica."

    http://www.youtube.com/watch?v=sVWD_RU4yQo&bpctr=1378197159

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  18. La refutación de las doctrinas de monseñor Guerard de Lauriers sobre el papa materialiter:

    http://www.fsanvicenteferrer.org/2011/11/la-iglesia-y-el-papa-materialiter.html

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  19. PEDRO HISPANO: Mire Vd. RM puede Vd traer aquí lo que le dé la gana pero no debe olvidar la realidad de la crisis y sus causas. La inmensa mayoría de los católicos que han dejado de serlo, la inmensa mayoría de los que siguen siéndolo no tienen ni idea de qué es eso de la tesis de Casiciacum. En cambio si han visto la foto de Juan Pablo II besando el Corán. Y sólo pongo este ejemplo por razones de brevedad aunque por desgracia podría extenderme muchísimo.
    Por eso -y me parece que es también por ahí donde va el actual artículo de Infocaótica- lo realmente útil sería precisar tanto el alcance como los límites del Magisterio pontificio. Y lo que no es tal sino meras ocurrencias del Pontifice de turno en cuanto persona particular o maestro privado. Para saber cómo pensar y actúar en esta época concreta, la de Francisco, dicho sea de paso. Que buena falta nos hace a todos, empezando por un servidor.
    Lo demás tendrá sin duda un interés histórico o erudito. Pero eso ya es harina de otro costal. Aunque, dado el interés que Vd demuestra por lo histórico le recordaré que al P. De Lauriers -corríjame si me equivoco- le debemos la confección del Breve Examen crítico. Que no es una bagatela precisamente.
    Y, por lo que a mi respecta, doy por concluidas mis intervenciones sobre este tema.

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  20. Respecto a lo dicho por P. Hispano, don Curzio Nitoglia escribe:

    "mi accingo a rendere noto tale scritto, senza nessuna pretesa, né minaccia di apostasia, per chi non è d'accordo...

    le novità che ci hanno portato a tale stato di confusione dommatica, morale e liturgica... i documenti del concilio Vaticano II, l'insegnamento 'pancristista' di Giovanni Paolo II, il NOM, pongono seri e reali interrogativi, non si può far finta di nulla e accusare il sedevacantismo di essere il 'male assoluto', una specie di 'shoah cattolica', mentre i responsabili di tale 'catastrofe' religiosa sono stati Giovanni XXIII, Paolo VI e Giovanni Paolo II... L’ora della 'Sinagoga di satana' (Apoc., II, 9) e del potere infernale è qualcosa di preternaturale, che quasi si tocca con mano oggi, come durante la Passione di Gesù. 'Verrà la loro ora, anzi è già venuta, in cui vi disperderete ciascuno per conto proprio e mi lascerete solo'...

    Sarebbe, invece, opportuno che il fronte cattolico antimodernista fosse sostanzialmente unito (nel rifiuto delle novità) e accidentalmente (quanto al modo di reagire) separato o distinto ma non nemico... Quando qualcuno osa porre un quesito, normalmente, tranne rare eccezioni, si sente minacciato di peccato mortale, di scisma, e di dannazione, di aver cambiato irreversibilmente campo etc..."


    Respecto a los supuestos de Martin Ellingham:

    El Sacrificio de la Misa tiene lugar por Virtud de Cristo a través del sacerdote válidamente ordenado como instrumento. El sacerdote es un ser humano. Los seres humanos poseen tres potencias: voluntad, memoria y entendimiento.

    Si el sacerdote se niega a que haya Consagración, no habrá Consagración. Si el sacerdote se olvida de las palabras de la Consagración, no habrá Consagración. Si el sacerdote no sabe lo que hace durante la Consagración, no habrá Consagración. Y si el sacerdote muere tras consagrar el pan pero antes de Consagrar el vino, no habrá Consagración.

    Del mismo modo, si el obispo no supiera lo que hace durante la Consagración episcopal, tampoco habrá consagración episcopal. Ésa es la crítica que muchos hacen a las ordenaciones sedevacantistas de la "línea Thuc".

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  21. Respecto al denso texto de Johaz (me recuerda los "Prolegómenos a un teoría del lenguaje" de Louis Hjelmslev), no puedo sino estar de acuerdo.

    Voy a intentar corregirme y precisar. Desde mi punto de vista, un Papa válidamente entronizado es formal y materialmente Papa. Lo que puede pasar es que algunos de sus actos, aún cuando puedan parecer formal y materialmente válidos, realmente no lo sean por un defecto en la materia o en la forma que afecte gravemente a la Fe. En cuyo caso, aún reconociéndole formal y materialmente como Papa, habría que resistir sus actos contrarios a la Fe.

    El problema de neocones y sedevacantistas es que, para ellos, no es lícito resistir al Papa. Así, los neocones aceptan todo lo que venga del Papa de turno reinterpretando el Magisterio previo. Y los sedevacantistas rechazan todo lo que diga afirmando que o bien no es Papa, o bien sólo lo es material pero no formalmente, en cuyo caso carecería de toda potestad y autoridad.

    Como dice Johas, los entes compuestos de forma y materia sólo tienen el acto de ser cuando están efectivamente conformados por ambas a la vez. En los objetos compuestos no es posible el acto de ser de la forma sin el acto de ser de la materia porque la forma sólo puede preexistir a la materia que va a conformar en potencia de su acto de ser. Y el acto de ser siempre tiene prioridad sobre la potencia del acto de ser, que puede llegar a ser acto de ser o no.

    Así pues, un Papa materialiter ni es Papa ni es nada. O es Papa formal y materialmente, o no lo es.

    Todavía estoy digiriendo el artículo. Por lo que he leído, me parece soberbio.


    Miles Dei:

    El problema de los que no somos ni neocones ni sedevacantistas es que no siempre está claro cuándo y hasta qué punto hay que desobedecer al Papa. Está claro que si Papa nos enseñara que la Santísima Trinidad es, en reaidad, la santísima dualidad, habría que resistirle. También está claro que si el Novus Ordo afecta a nuestra fe, de momento, podemos acudir al Rito Gregoriano.

    Ahora bien, dada la prohibición tácita de nuestros obispos, si no encontramos misas "Summorum Pontificum" ¿podríamos asistir a las oficiadas por un sacerdote válidamente ordenado de la FSSPX? ¿Y a las oficiadas por un sacerdote sedeprivacionista válidamente ordenado? ¿Y a las oficiadas por un sacerdote sedevacantista estricto también ordenado válidamente?

    Si la respuesta a las tres preguntas fuera negativa, entonces nos hallaríamos en pleno campo neocón: "ajustar" el Magisterio a lo que diga el Papa de turno sólo porque lo dice el Papa de turno. Pero si la respuesta a alguna de ellas fuera positiva, entonces la cosa se complicaría. Porque, dado que un árbol malo no puede producir frutos malos, estaríamos reconociendo la bondad de los actos que habrían llevado a la celebración de esa Misa.

    Dicho de otra forma, estaríamos reconociendo que Romano Amerio no tenía razón cuando criticaba a mons. Lefebvre el no haber obedecido y cerrado el seminario de l'Écône en 1978. Si mons. Lefebvre hubiera obedecido, hoy no existiría la FSSPX. Y si no existiera la FSSPX, tampoco existirían ni Summorum Pontificum, ni Ecclesia Dei, ni "reforma de la reforma", ni Campos, ni Barroux, ni el IBP, ni la FSSP, ni el seminario sedeprivacionista de mons. Sanborn en Richfield-Miami, ni más de dos centenares de sacerdotes independientes salidos de las filas de la FSSPX que ofician y predican el Magisterio Tradicional.

    ¿Hizo bien, o no mons. Lefebvre? Y si hizo bién ¿qué había de contrario a la Fe en la orden de cerrar un seminario?

    Sin una hipótesis teológica plausible, resulta harto difícil orientarse en esta noche oscura de la Pasión de la Iglesia.

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  22. Cougar, el problema consiste en tratar de resolver la casuística mediante enunciados generales. En estas situaciones la conciencia juega un gran papel que no puede evadirse en lo que dicen los manuales. No se si me entiende. ¿Paso hambre extrema y no tenemos hoy que llevar a la mesa? No hay cáritas cercana... Mendigo o robo. Robo en la gran superficie o en el frutero de la esquina... ¿Le pido a la vecina o le robo a ella misma...? ¿Y si me pillan? ¿Y si acabo en la cárcel?... ¿Qué dice el manual? ¿Y mi director espiritual? Igual me da algunas perras para comprar comida.

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  23. PEDRO HISPANO a COUGAR: ¿Dónde hizo romano Amerio esa crítica al rechazo de Mons. Lefebvre a cerrar el seminario en 1978?

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  24. Pedro Hispano:

    Mi referencia procede de un comentario "in passim" relizado en este texto:

    “Iota unum” [1985] no se originó directamente del Concilio ni de la estima del obispo cismático Marcel Lefebvre (que Amerio critica por su separación de la comunidad eclesial), sino que recoge reflexiones iniciadas ya 30 años antes, respecto a temas más generales."

    http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/135061?sp=y

    No sé de dónde sacó los datos su autor el periodista Giuseppe Esposito, que lo publicó en la Civiltà Cattolica del 17 de marzo del 2007, n. 3762, p. 622.

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  25. Miles Dei:

    Como bien sabes, hay cosas evidentes, y cosas que no lo son tanto. Para las primeras, basta y sobra el sentido común, la Ley Natural y el Magisterio básico.

    Si tengo hambre, antes que perecer de inanición, hago todo aquello que tenga que hacer para, provocando el menor daño posible, obtener un bien suficiente.

    Pero para las segundas, la cosa no está tan clara. ¿Hay que evitar a todo aquel sacerdote que nunca se siente en el confesionario, aunque eso suponga tener que acudir a un sacerdote sedeloquesea que no nos imponga sus ideas?

    ¿Qué es más peligroso, perder el hábito de la confesión o encariñarse de un sacerdote sedeloquesea fiel a la Tradición?

    La respuesta dependerá de la tesis teológica implícita o explícita que asumamos. Intuitivamente, sin dudarlo, yo optaría por la segunda opción.

    Mi único interés es descubrir de forma explícita qué tesis teológica implícita estoy usando de forma tácita al tomar esa decisión.

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  26. PEDRO HISPANO a COUGAR: Gracias por la contestación aunque por ella veo que la afirmación no es de Romano Amerio sino de Giuseppe Esposito. Yo he encontrado un caso muy parecido en obras de Klaus Gamber cuyo traductor al español incluía como "Notas de traducción" afirmaciones suyas, del traductor, muy parecidas a las de Esposito pero que desde luego no eran de Gamber. Y no digo yo que Gamber no pensara eso. Ni que no lo pensara. No digo ni una cosa ni otra porque ahí el que hablaba era el traductor de Gamber al español. Que evidentemente no es lo mismo.Gracias de nuevo.
    Y, aparte de eso, me parece que las afirmaciones de Exposito serían discutibles por otros motivos. Tengo ante mi Iota Unum y SÓLO en los títulos del Índice aparecen 5 alusiones directas al Concilio o al Post Concilio. Eso sin entrar en los contenidos que supongo -lo lei hace tiempo- que se disparará el número. Así que eso de que “Iota unum” [1985] no se originó directamente del Concilio" no parece muy creible.

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  27. Pedro Hispano:

    Tienes razón. Muy bien observado lo de Giuseppe Esposito y Romano Amerio.

    Ante lo favorable a posiciones liturgicas tradicionales de mons. Gamber:

    "con una estricta separación entre el rito romano y la nueva liturgia en lengua vulgar del 'ritus modernus', y la posibilidad ofrecida a los fieles de asistir a las dos formas de misa... disminuiría el peligro de un importante cisma, pues las legítimas reclamaciones de innumerables católicos (más de la mitad de los que aún practican) en favor de la celebración tradicional de la liturgia serían satisfechas sin que se descuide sin embargo el deseo de los otros de tener una misa 'actual'." (cfr. mons. Klaus Gamber: "La reforma de la liturgia romana", Ediciones Renovación: Madrid, 1996, pp. 48-49)

    El traductor al español de la edición francesa, traducida del alemán, Gonzalo de Porras y Rodríguez, se cree en la obligación de apostillar:

    "Cuando mons. Gamber escribió los artículos que configuran este libro corrían los años 1974 al 78; desgraciadamente sus augurios tomaron forma con el arzobispo Marcel Lefebvre." (ib. id. p. 49)

    Aunque de forma indirecta, mons. Gamber deja claro que, al menos hasta 1978 cuando escribe el texto, está de acuerdo con las reclamaciones litúrgicas de mons. Lefebvre "en favor de la celebración tradicional de la liturgia", calificándolas de perfectamente "legítimas" e ironizando con la alternativa, a la que se refiere como 'ritus modernus' o 'misa actual', calificaciones harto elocuentes en un erudito liturgo tan amante de la tradición.

    Desde el punto de vista del traductor, sin embargo, queda claro que las reclamaciones litúrgicas de mons. Lefebvre "en favor de la celebración tradicional de la liturgia", no fueron tan "legítimas" puesto que, al no ser atendidas, llevaron, según él, a "un importante cisma".

    Ciertamente, una lectura apresurada del texto y de la nota puede llevar erróneamente a atribuir el punto de vista de Gonzalo de Porras a mons. Gamber. Éso es lo que me ha pasado con Giuseppe Esposito y Romano Amerio.

    Craso error por mi parte.

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  28. PEDRO HISPANO a COUGAR: De nuevo muchas gracias.

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  29. PEDRO HISPANO a COUGAR: Busca Vd principios teológicos y no sé si mi humilde respuesta será de utlidad. Aunque creo que algo de luz puede aportar.
    En una ciudad en situación normal sólo puede ejercer la medicina el que dispone de título de médico, nº de colegio médico, etc...Y si alguien sin esos requisitos se pone a visitar enfermos será detenido por la policia con toda razón, encarcelado, multado con toda razón, etc...Pero en una ciudad que después de un bombardeo quede como pretende dejar a Siria el negro de la Casa blanca cualquiera puede y debe asistir en la medida de sus posibilidades a los miles de afectados. Aunque no tenga título de médico y sólo disponga de su buena voluntad y MAS AUN si tiene realmente dicho título y sólo está impedido de ejercerlo por alguna razón de lo que sería llamado derecho positivo o algo así.
    Es claro que la situación de la Iglesia es esa -la ciudad bombardeada- y de ahí las aplicaciones prácticas. Cualquiera válidamente ordenado me puede decir la Misa o dar la absolución, teniendo además en cuenta que el válidamenten ordenado puede ser un Muller o un Kasper o un Schonbron o uno de los obispos canadienses que mandan ayudas a las organizaciones que promueven el aborto en Perú.Y OTRA COSA MUY IMPORTANTE sería decirle al católico con problemas de conciencia por recurrir a los sacramentos de alguien "irregular" que él -el católico en cuestión- no es culpable sino victima. Que él -el católico en cuestión- no ha sido quien ha ordenado el "bombardeo" sino el negro de la Casa Blanca. Que ese es el malo auténtico y no el católico atribulado. Aunque en este caso el nombre de Obama habría que cambiarle por los de aquellos que Don Nitoglia enumera en la cita anterior.
    Yo supongo -y agradeceré que quien lo sepa me lo aclare- que estos argumentos y comparaciones se resumen en la expresión "estado de necesidad"

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  30. PEDRO HISPANO: Ruego se publique este añadido a uno de mis párrafos anteriores: "teniendo además en cuenta que el válidamenten ordenado EN SITUACION REGULAR CANÓNICA puede ser un Muller o un Kasper o un Schonbron o uno de los obispos canadienses que mandan ayudas a las organizaciones que promueven el aborto en Perú"

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