Como lo explicamos en otra entrada, para el verdadero martirio se requieren tres cosas:
“1ª. Que se sufra verdaderamente la muerte corporal... 2ª. Que la muerte sea infligida en odio a la verdad cristiana. A la verdad de la fe cristiana pertenece no sólo la adhesión interna de la mente a las verdades reveladas, sino también la profesión externa, la cual se tiene no sólo con las palabras, sino con los hechos, con los cuales se demuestra la propia fe, y por esta razón todas las obras de las virtudes, en cuanto que se refieren a Dios, son de algún modo profesiones y testimonios de fe, en cuanto que por medio de la fe se nos da a conocer que Dios nos pide estas obras y nos premia por ellas y por esto pueden ser razón de martirio, ésta es la causa de que la Iglesia celebre el martirio de San Juan Bautista, el cual sufrió la muerte no por la fe, sino por combatir el adulterio, y el de Santa María Goretti, heroína de la pureza. Se requiere además que la muerte sea infligida por el enemigo de la fe divina o de la virtud cristiana... 3ª. Que la muerte haya sido aceptada voluntariamente.” (Palazzini)
Notemos que puede haber martirio no sólo por odio directo a la fe sino también por odio a una virtud cristiana. Pero el martirio, para que sea reconocido por la Iglesia, debe probarse:
“En un proceso sobre martirio deberán investigarse la vida y las virtudes -o posibles defectos- del Siervo o de los Siervos de Dios (21), pero teniendo en cuenta que es necesario y suficiente probar el martirio en sus distintos aspectos (o, en otros términos, el martirio y su causa), es decir: a) el martirio material, o sea la muerte real, producida de manera violenta (22); b) el martirio formal: que esa muerte haya sido causada por odio a la fe, y que el mártir la haya aceptado por amor a la fe...” (Gutiérrez)
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(21) Es doctrina de la Iglesia que el martirio borra los pecados actuales en cuanto a la culpa y en cuanto a la pena. Por eso, en las causas sobre martirio se ha de probar éste y sólo éste, sin que haya de tenerse en cuenta si el Siervo de Dios fue antes pecador o no (cfr. BENEDICTO XIV, De Servorum.... cit. [nota 2), Lib. 1, cap. 28, n. 8; Lib. 1, cap. 29, nn. 1-2; Lib. m, cap. 15, nn. 7-19).
(22) Las ejecuciones públicas del pasado han dejado paso en el siglo XX a la clandestinidad, por lo que en bastantes casos la falta de testigos dificulta la prueba del martirio material.
Recordemos, además, que:
“En ocasiones no se presenta fácil la prueba por diversas causas, como pueden ser la dificultad de cerciorarse de la perseverancia hasta la muerte, o de la voluntad de sufrir el martirio como testimonio de fe, o de la causa real de la muerte según la intención de los ejecutores, incluso puede ser difícil encontrar testigos presenciales del hecho... Todo ello hace que sea una prueba no siempre sencilla.” (Royo Mejía).
Las precedentes consideraciones sirven para enjuiciar críticamente esta “manía” eclesial de encontrar mártires a granel. Un ejemplo reciente lo tenemos en las declaraciones del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, quien dijo que “…homicidio del padre Mugica fue un verdadero martirio. Mártir de veras por la causa de los pobres".
Quede claro que no hablamos de “manía” porque sea imposible que Mugica fuera un mártir. Por el contrario, es posible un martirio porque no se tiene en cuenta si el sujeto fue antes pecador, razón por la cual hasta un antipapa como San Hipólito pudo ser mártir. Además, consta por algunos testimonios que antes de morir Mugica rectificó algunos errores con la ayuda del p. Meinvielle. Pero se debe probar que hubo verdadero martirio, con todas las condiciones indicadas, y no un asesinato por motivos políticos. Luego, ¿cómo puede decir el cardenal Poli que el homicidio de Mugica fue un “verdadero martirio” si todavía no se sabe siquiera quién lo mató, ni se conoce el motivo del asesinato?
Muy buen post.
ResponderEliminarSobre el tema Meinvielle-Mugica sin poner en duda la rectitud de Mario Caponnetto, pienso que las fechas no coinciden.
Meinvielle muere en agosto del '73 y Mujica en mayo del '74.
Puede ser que antes de agosto del '73 haya ido a ver a Meinvielle y haya empezado a cambiar. En fin.
De todos modos siempre le gustó que lo aplaudan y por eso hizo mucho de lo que hizo.
Diría más bien que en paz descanse, recemos por él y basta de martirio trucho. Su muerte fue un ajuste de cuentas.
El padre Mugica fue muerto por motivos exclusivamente políticos. Además de sacerdote, era militante peronista; alentó en su momento la violencia guerrillera, después volvió sobre sus pasos y terminó enredado en su propio delirio social-marxista. Todo este baile ideológico, en medio de una balacera infernal. Cómo querían que terminara? Esto de su "martirio" es otro auto-engaño más de los argentinos: a nosotros nos encanta vivir en la mentira y de la mentira. Que Dios nos perdone.
ResponderEliminarEs bueno que aclaren que los mártires pueden ser pecadores. Al menos yo no lo tenía claro. Grax.
ResponderEliminarDe todas maneras, es muy posible que el asesinato político coincida con el odio a la fe o a la virtud cristiana. Véase el caso de Santo Tomás Moro, o Santo Tomás Becket.
ResponderEliminarSi vamos a seguir enredados en el pasado ominoso de quienes quisieron imponer sus ideas por medio de la violencia, por lo menos seamos sinceros e íntegros. Deberían exhibirse todos los documentos emitidos por los llamados Sacerdotes por el Tercer Mundo y luego, con esos elementos, analizar en forma reflexiva y ponderada, si se trataba de personas que estaban acertadas en sus planteos, o si estaban equivocadas.
ResponderEliminarO si, finalmente, eran meros infiltrados en una institución, la Iglesia Católica Apostólica Romana, que nada tenía que ver con ellos y solamente utilizaban para sus fines.
Así se podrá comprender, especialmente por quienes no vivieron en esos años, si detrás de todo estaba o no, lo único que debe guiar a cualquier sacerdote: La difusión y la práctica del Evangelio de Jesucristo, y su mensaje de salvación eterna.
PEDRO HISPANO: Alguno de los comentaristas ha hablado de "infiltrados". Interesante tema así como el de la masonería eclesiástica sobre el que agradecería a REDACCION nos diese algún artículo.
ResponderEliminarEl punto 3 es muy interesante: "que haya sido aceptada voluntariamente"[la muerte].
ResponderEliminarLeía hace poco en un blog, linea media:
"Sin embargo no se podrá negar que el tiro que casi le cuesta la vida[al turbobeatoexpressanto] en una fecha tan significativa como el 13 de Mayo le hubiera hecho mártir. Y, por ende, Santo. A él le dispararon por ser el Vicario de Cristo en la Tierra, no por otra cosa".
Aplicando el punto 3 a este atentado, en el caso de que hubiera muerto en el atentado, no se podría afirmar que "aceptó la muerte voluntariamente". Por supuesto que los juanpablistas le hubieran hecho un falso mártir.
Quizá, para evitar esa falsedad, quiso la Virgen María hacer un milagro-como quieren hacernos creer los súbditos de la papolatría- y que sobreviviera al grave trance. Hacer un milagro para evitar que Bergoglio lo declarase santito de carrillos colorados, no era necesario: la evidencia de tal falsedad salta a la vista.
Que lo disparasen por ser el Vicario de Cristo está por demostrar y la cosa, hoy por hoy, se torna imposible. De otra parte, aunque ni entro ni salgo, hay bastantes que dicen que no era Vicario de Cristo, sino un usurpador.
Pero está claro que no hubiera podido manifestar externamente su voluntad de aceptar la muerte; ergo tampoco hubiera sido mártir. El cielo no lo quiso [que fuera mártir]
Fue consecuencia de sus errores mas que martirio. Gracias a Dios el rectificó antes de morir.
ResponderEliminarLa fina línea que separa el asesinato político de alguien que profesa públicamente la fe y que está inmerso en algún tipo de actividad política, del que es motivado exclusivamente por el odio a la fe que ese mismo profesa, es difícil de trazar muchas veces en los tiempos modernos. Entre nosotros, por ejemplo, eso de "Pero se debe probar que hubo verdadero martirio, con todas las condiciones indicadas, y no un asesinato por motivos políticos", ¿ valdría también para los casos de Sacheri y Genta -a quienes no le faltan discípulos que sostienen a rajatablas sus martirios- ?
ResponderEliminarSolo para aportar un dato que me llamó la atención, el otro día vi el documental de Canal Encuentro y estaba el testimonio de un amigo íntimo de Mujica relatando el momento de su asesinato. Este amigo dice que él escucha a Mujica gritar “hijo de puta” y enseguida se escucha el tableteo de la ametralladora. Y cuando sale lo encuentra a Mujica en un charco de sangre. En contraste recuerdo a tantos mártires que morían con el perdón a sus verdugos en los labios.
ResponderEliminarAugusto del Río
Los marxistas y socialistas han sido responsables de 100 millones de muertos en el mundo. Y además han mentido y tergiversado la historia instalando la mentira. Como en este caso, la mentira impuesta por ¡70 años! Les envío un artículo llamado "Cómo se puede cambiar la historia. El caso Katyn", en: http://quenotelacuenten.verboencarnado.net/?p=812
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